Subidón, subidón

15 febrero, 2006 ·


Hoy he visto en algún noticiario televisivo que los chicos de Disney han presentado en sociedad una nueva montaña rusa llamada Everest - espero que nadie haya cobrado por dejarse las neuronas pensando el nombre- y para eso han montado un american show en Nueva York con gente paseando por las paredes de unos rascacielos de Manhattan.
La imagen que encabeza este comentario no es el perfil de esta nueva atracción de feria, no. La cosa es mucho más grave. Me explico.
En las primeras reflexiones con que iniciaba este blog hacía mención al motivo por el que tras abandonar la máxima de "correr es de cobardes", me he metido en este lío y es que a Alfons se le ha puesto entre ceja y ceja que tenemos que hacer un duatlón de montaña y que este iba a ser el de Súria, preciosa localidad de la provincia de Barcelona.
He intentado por muchos medios de hacerle ver que la elección no era muy acertada:
"Mira Alfons, que eso es a finales de febrero y yo llevo muchos años sin correr", "Que no llego a esa fecha ni de coña", "Que los organizadores querrán ir a cenar a una hora prudencial", pero con este tio no hay forma.
Ayer al llegar al trabajo encontré encima de mi mesa la impresión del folleto de esa prueba, que Alfons "muy amablemente" me había hecho llegar. Cuando vi el perfil altimétrico casi me da un patatús y es por eso que aquí lo enseño.
La primera zona de carrera a pie es de 6,5 kilómetros y tiene un perfil que a mí, personalmente, me parece inhumano.
Acostumbrado como estoy a correr en llano, ese pico puntiagudo me da escalofríos y vuelvo a dudar de la integridad mental de mi compañero y guía en esta historia. Sobre la de los organizadores no voy a pronunciarme no vaya a ser que me descalifiquen antes de hora.
Para intentar hacerme una idea de lo que puede ser un subidón de ese calibre, esta tarde me he vestido de torero y me he ido a correr a la montaña de Badalona. Para los que no conozcáis la orografía de mi ciudad, os comentaré que está entre el mar y la montaña, con el nucleo urbano en la zona marítima pero con una zona montañosa que quedó arrasada en un pavoroso incendio en 1994. Al estar tan cerca del mar su altura no es grande, pero presenta pendientes considerables.
Como decía, me visto - casi me atrevería a decir que me disfrazo- de corredor y decido dar una vuelta por los caminos que habitualmente recorro en bicicleta. La idea es subir hasta la zona alta de esa sierra, llamada de Marina, a ver que pasa después de mi encuentro el sábado con Lord Farquaad... o era Farklet.
Poco a poco empiezo a recorrer algunos de mis caminos habituales. Me encuentro bien a pesar de unas molestias iniciales en ambas rodillas que poco a poco, al calentarse, van desapareciendo.
Encuentro a gente paseando, en bicicleta - jo, que envidia, pero hoy has venido a correr- y después de 23 minutos y 3,5 kilómetros llego arriba. Jolines, que satisfacción, he subido sin tener que pararme a descansar. La tarde es soleada, buena temperatura y la vista desde arriba, como siempre, magnífica.
El ritmo ha sido el de siempre -patético- y las pulsaciones también como siempre - por las nubes-, pero aun así estoy contento. "Venga Santi, ahora pabajo".
La bajada no es tan descansada como se podría pensar a pesar de contar con la ayuda de la gravedad. Tengo que ir reteniendo todo el rato si es que quiero llegar abajo con rodillas y no perderlas por el camino.
Tardo algo menos en bajar y llego a donde tenía aparcado el coche con 6,5 kilómetros en 42:30. Mis estiramientos de rigor y para casa.
Al llegar descargo el track del GPS y veo que el desnivel de subida ha sido de un poco más de 150 metros.
Eso estaría muy bien, para un piltrafilla como yo, pero en Súria el desnivel de subida será de casi 400 metros en la misma distancia. Lo que yo decía, inhumano.
Seguiré entrenando durante estos pocos días que faltan, pero creo, sinceramente, que todo esto es un poco precipitado.
De todas maneras si hay que ir a Súria iremos y se hará lo que se pueda.
Cada día estoy más de acuerdo con lo que decía nuestro admirado Asno al pasar sobre el puente de cuerdas que conduce al castillo de la Princesa Fiona: "¡¡¡Voy a morir, voy a morir!!!"

2 comentarios:

Santi Palillo dijo...
7:31 p. m.  

Santi, realmente los cuatro primeros kms tienen una pasada de pendiente, tómatelos con calma que ya le pegarás fuerte en el tramo de bici.

Mucha suerte en ese duatlon.

kebasha dijo...
7:39 p. m.  

Gracias por el consejo Santi.
Seguro que no voy a tener más remedio que tomármelo con calma.
El tramo de bici no me da miedo porque es lo mio, pero hay que llegar vivo a la transición. ;-)
Un cordial saludo y gracias de nuevo por tu comentario.