On the road again...

07 febrero, 2006 ·


Hoy he vuelto a salir a correr.
De nuevo pretendía hacer 45 minutos de carrera contínua para que mis piernas se vayan acostumbrando poco a poco a este nuevo tipo de ejercicio.
He pensado que salir por un un sitio diferente al sábado me iba a permitir ir mirando un poco el paisaje y no agobiarme pensado "¿Falta mucho?, ¿falta mucho?. Así, aprovechando que la tarde no estaba muy fría, he ido al paseo que hay junto al cauce del río Besós.
He dejado el coche en la Rambleta de Sant Adrià y he empezado a correr dirección al mar.
Nada más empezar ya he notado que iba más cómodo que el sábado, quizás por las zapatillas nuevas que estrenaba -unas Asics GEL 1100-, aunque creo que también se notaba que ya no era el primer día.
Así, tan pancho, he llegado hasta el final del paseo y sólo llevaba 7 minutos corriendo. Vaya cálculo tan pésimo que he hecho. Yo pensaba que tardaría más en llegar al mar.
Miro el GPS y resulta que no he puesto a cero el marcador de trayecto, por lo que, aunque he reiniciado el track y lo estoy grabando desde el principio, hasta que no llegue a casa y lo descargue al PC no sabré cuanto he corrido. ¡Vaya despiste!.
Bueno, no pasa nada, decido seguir corriendo dirección Badalona pasando por detrás de las torres de la FECSA y finalmente llego hasta el Puerto Deportivo de Badalona, donde me doy la vuelta pues ya llevo 23 minutos corriendo. En todo el camino de ida, las pulsaciones han ido fluctuando, pero en general las controlo mejor que el sábado, disminuyendo bastante en cuanto aflojo y subiendo si aprieto un poco. Como mínimo ya puedo regular, aunque aflojar suponga que me adelanten los caracoles.
Al pasar por el puerto, aprovecho unas cristaleras para mirarme cómo corro. Vaya pinta de matao que tengo. Confirmo mis sospechas de que corro como una abuela detrás del autobús -con mis respetos para nuestras abuelas-.
Decido que el recorrido de vuelta lo haré por otro camino para no agobiarme. Ya sé que soy un poco especial, pero es que pasar por los mismos sitios me aburre. Hasta que no sea capaz de encontrar circuitos circulares de la distancia apropiada, esto de hacer ida y vuelta no me acaba de gustar.
Así llego hasta la estación de Renfe de Sant Adrià y continúo por la parte superior del río hacia donde está aparcado el coche.
La vuelta se me está haciendo un poco larga. Me empiezan a molestar los cuadriceps. Quizá debería haber descansado hoy y salir a correr mañana. Como ya no falta mucho, decido apretar un poco y alargar la zancada a ver si así no me molestan tanto.
Parece que el cambio de zancada me va bien y la molestia disminuye algo. Ya falta muy poco para llegar, así que aprieto un poco más y llego al final con un ritmo un poco más decente.
El tiempo 43:25. El camino de vuelta era algo más corto que el de ida y por eso he tardado un poco menos en volver.
Miro cuantas pulsaciones bajo en un minuto y son 40. Consultaré con mi Maestro Jedi Alfons, para que me diga si eso está bien o no.
Hago mis estiramientos, me bebo mi Isostar y para casa.
Cuando llego, lo primero que hago es descargar el track al PC y mirar cuanto he corrido: 7,4 kms. Exactamente lo mismo que el sábado por un circuito totalmente diferente. Vaya casualidad correr la misma distancia sin haberla medido.
Hago mis cálculos y resulta que he bajado de los 6:00. ¡Estoy hecho un machote!
¡¡Tiembla Gebrselassie!!

0 comentarios: