1/2 de Barcelona - 19 días

21 enero, 2009 · 1 comentarios

Empiezo un nuevo cuaderno de bitácora con la cuenta atrás que me ha de llevar, esperemos, hasta la 1/2 maratón de Barcelona.
Ayer, faltando 19 días para el evento me dispuse a continuar con el entrenamiento siguiendo las siempre sabias indicaciones de mi Maestro Alfons.
Después de una cabezadilla reparadora en el sofá de casa, mientras "veía" un interesantísimo documental en el Discovery Channel, me desperecé, me vestí de torero y armado con el iPod salí a la calle.
Por cierto, yo que era un escéptico respecto al gadget en cuestión y que me parecía un MP3 cualquiera, debo confesar que es un portento de tecnología y que supera a cualquier otro cacharro de este estilo que yo conozca. La verdad es que no puedo estar más contento con él.
La tarde pintaba bien, 14º de temperatura y soleado, así que sin abrigarme demasiado me dispuse a hacer el progresivo que me tocaba. Lo que no me esperaba era el cambio repentino de climatología, pues se levantó un vientecillo bastante frío, que enseguida me hizo ver que me había equivocado con la vestimenta.
"Cremallera bien subida y palante, que aquí hemos venido a correr" me decía mientras me dirigía hacia el Parque Fluvial del Besós, pero hoy con intención de ir en el sentido contrario a lo que recorro habitualmente, es decir, en dirección contraria a la playa de Sant Adrià de Besós.
Los que me conocen saben de mi estado de despiste habitual y ayer... pues también. A pesar de tener la intención de ir hacia Santa Coloma de Gramenet, como los burros cuando se aprenden un camino sólo quieren ir por él, pues me equivoqué y volví a dirigirme hacia la playa. No crea el lector que me di cuenta enseguida y que rectifiqué inmediatamente, no, tardé más de 200 metros en darme cuenta que quería ir en el otro sentido. ¡¡¡Menudo merluzo!!!
La equivocación tuvo parte de recompensa pues cuando me incorporé en el sentido adecuado, lo hice justo detrás de una moza que también iba corriendo. A pesar de que mi Maestro me dijo "progresivo", tardé un ratillo en apretar el ritmo para dejarla atrás, pues el espectáculo desde atrás era bastante más distraido.
Tras un buen rato llegué a Santa Coloma de Gramenet y desde allí abandoné el parque fluvial y me dirigí hacia las más empinadas calles que separan Santa Coloma de Badalona con intención de hacer un poco de Farquad (Fartlek para los amigos).
Realmente el desnivel de esas calles es bastante fuerte y se hace realmente duro subirlas. Una vez arriba empieza la bajada que, si duro es subir, bajar no es descansar pero por lo menos ya estaba más cerca de casa.
Como todavía iba bien de tiempo, antes de llegar a casa tiré en dirección contraria y me marqué una miniserie que concluyó el entrenamiento en su parte dura, dejando la recuperación y estiramientos como guinda del pastel.
Para el jueves me toca entrenamiento con series - ¡¡glups!!- y para el sábado "tirada larga", con la intención de que empiece a ser larga-larga, que sinó no se como voy a llegar...

Vaya machaque

13 enero, 2009 · 0 comentarios


En las últimas entradas que he ido publicando en el blog, más bien a salto de mata, ya había expresado mi insensata intención de prepararme para mi primera media maratón.

Creo que ha sido más bien una decisión poco reflexionada fruto del calentón del momento y sin tener muy claro lo que realmente suponía para mi maltrecho estado de forma física.

Esta sobredosis de realidad me ha llegado en cuanto he pretendido empezar a correr con un poco de continuidad y he visto lo que se me venía encima. Sobra decir que mi admiración por los corredores que corren medias maratones y/o maratones, ha pasado de ser alta a estratosférica.

Un apartado especial, en el olimpo de los atletas -ya no me atrevo a llamarles populares- son los triatletas y dentro de esta especie de superdotados/masoquistas a los Ironman, entre los que presumo de tener a mi amigo Javi. Estos ya juegan en la "ChampionLí" de los deportistas. Mis reverencias más sinceras desde este humilde blog.

Toda esta perorata viene al pelo porque el lunes ya viéndole las orejas al lobo, me he puesto a entrenar en serio, siempre siguiendo mi táctica del mal estudiante que estudia para los exámenes el día de antes. Aún así el toro me pilla pero fijo...

Después de meditar y hacer acopio de fuerzas, me vestí de torero y a pesar de que ya había anochecido salí con el ánimo de correr durante una hora seguida. Aunque es más que evidente que el entreno se puede considerar como muy light para tener el objetivo de una 1/2, para empezar a tomar el ritmo algo es algo.

La tarde no estaba demasiado fresca así que me dirigí en dirección contraria a donde suelo salir a correr normalmente, pues he de confesar que eso de ir siempre por los mismos sitios a entrenar me acaba agobiando. Prefiero transitar por sitios que, aunque son de mi ciudad, no los recorro corriendo habitualmente.

El iPod como compañero y palante. Por el lateral de la autopista, llegué al centro de Badalona y seguí hacia Montgat. Una vez pasado el campo de fútbol del Badalona giré a la derecha a buscar el Paseo Marítimo. Hasta ese momento me iba encontrando más que bien, sorprendentemente fresco y relajado después del tute del día anterior con más de 35 kilómetros en bici por el Montseny con una buena dosis de subida y de nieve (hay crónica, vídeo y fotos en http://rigidchavalains.blogspot.com/ ).

El rato iba pasando y al llegar al Paseo Marítimo y girar en dirección sur, el viento se volvió frío y en contra, pero como no me quedaba otro remedio seguí palante con el ánimo alto pues ya iba en dirección a casa.

Justo a la altura de la estación de Renfe de Badalona se me planteaba la disyuntiva de "ruta corta y para casa que ya esta bien por hoy" o "ruta larga pasando por las chimeneas del Besós y que sea lo que Dios quiera". Un par de pinchacitos en el cuadriceps de la pierna derecha me hicieron dudar por un momento sobre si coger la ruta corta, pero al final seguí por el camino más largo a la espera de un pinchazo gordo que, por suerte, no llegó.

Así, como quien no quiere la cosa, llegué hasta la estación de Renfe de Sant Adrià de Besós y como ya faltaba poco para cumplir una hora desde mi salida, llamé la cónyuja para avisarle de que no estaba en urgencias, sinó que estaba corriendo todavía.

Tras la breve conversación telefónica, apreté un poco el ritmo pues ya se me hacía la boca agua con la ducha calentita que, con el frío que hacía, me estaba apeteciendo un montón.

La llegada a casa fue apoteósica con la sorprendente mirada de mis mujeres que no se podían creer que hubiera estado tanto rato a la carrera y más después de relatarles con pelos y señales el recorrido que había hecho. 1:15 corriendo a ritmo más bien cochinero, pero es el rato más largo que he corrido nunca.

Las siempre sabias palabras de la cónyuja no lo podían haber definido mejor: "Pero si estás en mejor forma ahora que cuando tenías 20 años".

Sin palabras...