A pesar de lo que pueda parecer o de lo que algunos puedan llegar a pensar, todos estos días de semiausencia no los he pasado entrenando, aunque ya me gustaría.
Para los peor pensados también les aclararé que tampoco he estado permanentemente encerrado en casa sin atreverme a salir por miedo a lo que se me viene encima, aunque seguramente sería lo más sensato dados los calores que corren en este mes de julio que nos estamos tragando como podemos.
Tampoco es que mis midiclorianos hayan mutado a alguna variante antibloggera, que ya sería noticia dado mi evidente simplismo sanguíneo y que me hayan impedido escribir mis tonterías de siempre, no, que tampoco es eso.
La explicación está en un sprint hacia las vacaciones que ya me hubiera gustado ser Carl Lewis en sus mejores tiempos para hacer en menos de 10 segundos, con un mogollón de cargas laborales, familiares, atléticas, ciclistas y de otros tipos que tampoco vienen al caso, pero que me tienen alejado del teclado sin poderlo remediar.
En lo referente a la actividad atlética, que es el life motive de este humilde blog, pues sigue como siempre en lo esencial: Piltrafilleando por esos caminos de Dios y últimamente por esas montañas de Dios, pues estamos a cuatro días, sí cuatro, y yo con estos pelos, para la VIII Marcha al Bartolo.
Tengo que tener cuidado con lo que digo pues al igual que en el famoso anuncio de colchones donde tras pronunciar una palabra todos caen dormidos, cuando oigo la palabra mágica "Bartolo", me dan unas ganas de esconderme que paqué.
Entrenamientos lo que se dice entrenamientos, alguno potentillo ha habido con el Maestro Alfons y con mi "bródel" aunque menos de lo que debería.
Cómo será la cosa que para "darme ánimos" mi amadísima cónyuja de vez en cuando me pregunta con su dulce voz "¿Con lo que has entrenado como piensas correr tú 24 kilómetros el domingo?" y la verdad es que razón no le falta a la pobre, pues algunas sesiones más no me hubieran venido nada pero que nada mal.
Acabo de mirar la lista de inscritos en la web de maratoimitja y ya salgo con el 829. ¡¡A por ellos, oéeeeeeee!!
Tengo que agradecer a todos los que participáis de esta mi humilde historia y que habitualmente visitáis este blog, el apoyo que me brindáis y esos ánimos que estoy recibiendo. La verdad es que voy a necesitar esos ánimos y algunos más.
A los que participáis también en el Bartolo, sólo puedo decir que ya estoy deseando que llegue el fin de semana para conoceros en persona.
También estoy deseando que llegue el domingo, aunque se positivamente que me arrepentiré 1500 veces o más durante el recorrido con la típica pregunta de "¿Pero qué co*ones hago yo aquí sudando y sufriendo en vez de estar en la playita?", pero los que somos masocas creo que no tenemos arreglo, ¿verdad?
Prometo crónica de esas de la "muelte"
2 comentarios:
Venga tocayo que ya tenemos encima al tío Bartolo, a mi me pasa lo mismo pero luego en la línea de meta se nos olvidará todo, a correr y a llegar pronto a la playa y a la paella.
Me extrañaba que no aparecieses por ninguna parte, me alegro de que esté todo en su sitio, bueno todo, lo que se dice todo... ;-)
Nos vemos el sábado al pie de la bestia.
...y mucho está tardando ya en contar sus andazas. Si es que le quedan ganas claro :-)
Saludos calurosos.
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