Érase una vez que se era un apacible Piltrafilla que estaba descansando sentado tranquilamente en el sofá de su humilde morada junto con su cónyuja y su retoña.
No era una tarde muy diferente de otra tarde cualquiera y nada hacía presagiar los acontecimientos que se iban a producir en breve. En el televisor los tertulianos de un programa de telebasura se esforzaban en hacerse oir por encima de sus contertulios, pero en casa del Piltrafilla nadie les prestaba atención.
En la calle corría un viento bastante desapacible y quizás por eso, la familia del Piltrafilla, a pesar de los esfuerzos de los tertulianos televisivos, estaba refugiada en la lectura en el calor del hogar.
De pronto, sin previo aviso y sin motivo aparente, el teléfono sonó y al otro lado de la línea apareció la voz del Maestro Alfons con su característico saludo: "¿Cómo estamos Chiquitín?".
Pudiera parecer al lector no experimentado en cuentos y relatos piltrafilleros, que ese saludo así, sin más, resulta de lo más inofensivo, pero nuestro Piltrafilla ya estaba escarmentado y enseguida se puso en guardia con todas las luces de alarma encendidas.
Sería demasiado largo explicar con todo lujo de detalles la conversación entera, más que nada porque no hubo nada lujoso en los detalles, pero resumiendo fue algo así:
-"Bien, aquí en casa"
-"Oye que mi mujer ha hecho planes para el día 21 y no podré ir a hacer la Carrera de Collserola y como tú tampoco tienes claro lo de ir a la Cabrerés solo, pues he pensado que podríamos ir a hacer la Duatlón de Vilanova i la Geltrú el día 20".
-"¿¿Cómo dices?? (risas...) ¿Una duatlón el día 20? Si llevo un montón de días sin entrenar nada. ¿Pero tú ya sabes lo que estás diciendo?. Venga, que no está el horno para bollos...
-"Que sí hombre, que sí, que sólo son 4 kilómetros el primer sector y otros 4 kilómetros el tercer sector. Que eso lo haces tú con la gorra. Además no me irás a abandonar ¿no?, que me da palo ir solo."
Nuestro Piltrafilla intenta otra táctica de escaqueo a pesar del ataque a la fibra sensible:
-"Oye ¿pero tú no tenías un amiguete que te iba a acompañar a la duatlón?"
-"Bueno, más que un amiguete es uno que conozco pero prefiero que vayamos juntos. Ya sabes, ¡Shrek y Asno en otra trepidante aventura!. Además seguro que tu cónyuja no te pone ningún problema ¿verdad?"
Ante este ataque frontal bajo la línea de flotación, nuestro Piltrafilla hizo un último y desesperado intento:
-"Espera que se lo pregunto."
La cónyuja de nuestro Piltrafilla que había asistido atenta y sonriente a la conversación telefónica, con un leve movimiento asertivo firmó la sentencia para nuestro protagonista.
-"Oye, que vale, que voy contigo. Estarás contento ¿no?"
-"Pues sí. El lunes hacemos la inscripción. ¡¡Yuppi!!, Shrek y Asno de nuevo juntos"
Sobra decir que la tranquila tarde de nuestro Piltrafilla acabó aquí, dando pie a una vorágine de acontecimientos: mirar la web de la prueba, empezar el duro y largo pero inexorable proceso de mentalización, hacer la lista mental del material necesario, planificar las sesiones de entrenamiento en los días (escasísimos días me atrevería a decir) que faltan para la prueba, etc.
Lo que acabará pasando al final de esta historia está todavía por escribir y sólo el tiempo nos lo dirá, pero sirva este relato como muestra de que el movimiento pendular del columpio no tiene fin y que para salir del punto más bajo cualquier momento es bueno. Un empujon en la espalda y estamos de nuevo en la brecha...
3 comentarios:
Como no podía ser de otra manera... de nuevo en la brecha... ahí te veo.
Cuando en tu interior estás predispuesto con poco que recibas de motivación externa, se enciende la mecha y al ataque!!!!!
Ánimo que quedan pocos días...
Para mí que el Maestro Alfons te conoce mejor de lo que parece a simple vista y sabe que en el fondo te encantará el duatlón, que disfrutes el día 20 y mientras tanto engrasa laz zapas y limpia la bici, ¿o es al revés?.
Nos vemos, suerte.
Problemillas de organización del tiempo no nos van a permitir participar en la duatlón.
Spencer: ya tenía ganas de verte por aquí brodel. A ver si te escapas de tanto curro y vamos a correr el día que quieras ¿no?. No hago carrera de tí ;-)
SP: los entrenamientos para el Bartolo siguen su curso cual gota china. Esperemos que no me acaben de taladrar el cráneo.
Un abrazo
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