Esto de estar en el columpio es la leche.
Mientras estás arriba todo es fantástico, la vista es espléndida y todo es maravilloso, pero ¡ay amigo!... cuando el columpio está abajo, la cosa ya se ve más chunga, todo es oscuridad y no llega ni el menor rayo de sol y lo que es peor, parece que nunca vaya a llegar.
Supongo que cualquiera que lea esto se siente plenamente identificado pues todos, en algún momento, seguro que hemos tenido un columpio en nuestra vida, ¿verdad?.
Bueno, pues últimamente mi columpio se mueve a una velocidad de vértigo alternando temporadas de relajación, con tiempo para dedicar a mi familia, para salir a correr, para montar en bicicleta, para ir al gimnasio..., con temporadas llenas de todo tipo de obligaciones que no me dejan tiempo ni para rascarme, incluso durante el fin de semana.
Puestos a suponer, también supongo que es evidente que ahora mismo me encuentro en la posición menos favorecida de este movimiento pendular y de ahí mi lamentoso post de hoy.
Como no hay que mal que mil años dure (bruto, que eran cien años), me animo imaginando mi columpio a punto de volver a tomar impulso y subir parriba, porque el calendario avanza y los días no tienen compasión de este pobre piltrafilla que en menos que canta un gallo se va a meter en otro fregado de tres pares.
El tema está todavía un poco verde, pero si acaba cuajando ya explicaré la historia al completo que tiene miga.
Mientras tanto sigo esperando ese empujón que haga a mi columpio volar de nuevo.
4 comentarios:
Santi, seguiremos esperando a la realineación del columpio para seguir leyendo, nada, esto es el efecto Yin Yang, cuestión de paciencia en las zonas más aburridas del movimento pendular. ;) Un abrazo.
Gracias por tus ánimos vecino (no sé por qué pero así te veo) Ha sido una fisura y aunque no es nada me va a tener apartado algún tiempo creo que pequeño de correr.
Un saludo.
Isaac:Bueno, el columpio ya está subiendo, y me temo que muy alto. Esto del Yin Yang es la leche...
Jesús:Espero que la dichosa fisura no te de mucha guerra. Sé que no anima mucho pero piensa que podría haber sido peor y que eso cura enseguida.
Ya verás qué pronto estás pateando esa Via Verde del Aceite de nuevo.
Un abrazo a los dos
A mi los columpios me mareaban pero lo que si he tenido han sido varias "columpiadas" (de campeonato) que no tienen nada que ver con los famosos juegos griegos.
Me alegro que hayas tomado de nuevo impulso.
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