Pues va a ser que...¡¡NO!!

18 mayo, 2006 ·





Lo que no puede, no puede ser y además es imposible.

Muchas veces me hubiera gustado estar en dos sitios diferentes al mismo tiempo y no me refiero a eso de estar en la luna de Valencia mientras estás en cualquier reunión de esas tan interesantes, por ejemplo, que eso está al alcance de cualquier piltrafilla.

Me estoy refiriendo a estar físicamente en dos sitios a la vez.
Ya sé que esta aspiración no es exclusiva mía y que a muchos nos gustaría tener esta habilidad. ¿A quién no le gustaría estar en el trabajo y estar entrenando a la vez? ¿O entrenando y durmiendo a la vez?. ¡Qué gozada!.
Incluso los señores de Hollywood han llevado este tema al cine, con más o menos acierto, pues ya se sabe que esto va a gustos.

He buscado afanosamente en Google a ver si encontraba alguna rutina de entrenamientos que me permita estar aquí y allá a la vez pero no he sido capaz de encontrar nada y eso que en el Google se encuentra de todo, pues nada, que no lo he encontrado.

¿Y a que viene este afán por el don de la ubicuidad? Bueno, realmente, cada mañana cuando suena el despertador me gustaría tener esta cualidad divina, pero después de tomar el café matutino se me pasa un poco.

La urgencia por encontrar una solución a ese problemilla de no poder duplicarse viene por la concurrencia de día y hora de dos eventos a los que obligatoriamente tenía que ir.

Desde hace un año mi retoña está entrenando para participar en la Mini-Cabrerès, que es algo así como la versión infantil de una de las más famosas marchas de bicicleta de montaña que se celebran en España.

Así para su sexto cumpleaños pidió como regalo una flamante bicicleta. "Pero que sea muntanbaic como la tuya, ¿eh, papa?". Sobra decir que el padre de la criatura removió cielo y tierra hasta encontrar una preciosa muntanbaic acorde con lo que la situación requería.


La muntanbaic a escala de la retoña

Los Reyes Magos también participaron del ambientillo trayendo expresamente desde Oriente y a lomos de un camello, un culotte para que las tiernas posaderas sufrieran lo mínimo posible con el trajín de los baches.

Conforme el día D se ha ido aproximando, han aumentado los entrenamientos e incluso un día hemos ido a la montaña con revolcón y arañazos en las rodillas incluidos, pero en ningún momento el interés de la retoña ha disminuido ni un ápice. Aquí quiero puntualizar que no he tenido la intención de forzar la situación ante el miedo a un posible rechazo por su parte. Prefiero que la lluvia fina vaya calando a que un chaparrón se transforme en riada y mande todo a tomar porsaco.

Por otro lado cuando mi Maestro Alfons me propuso participar en la duatlón, la única condición que me puso mi cónyuja fue que no se solapara con la movida bicicletera de la retoña. Sobra decir que yo tampoco estaba dispuesto a faltar a mi palabra y desilusionar a mi niña, pero por si acaso ya me habían marcado el terreno peligroso que no debía pisar.

Bueno, pues después de comprobar que la salida del duatlón era bastante tarde y que debía de ir de una punta a la otra de la provincia de Barcelona, he tenido que rendirme a la evidencia de que no tengo tiempo de ir a Vilanova i la Geltrú y después ir a L'Esquirol con mi niña. En realidad tiempo si que tengo de ir a un sitio y luego al otro. De lo que no tengo tiempo es de HACER LA DUATLÓN en Vilanova y llegar a tiempo a L'Esquirol.

Ante esta realidad no podía tomar otra determinación que anular la participación en la duatlón y dejarlo para mejor ocasión.

Como soy un poco chapado a la antigua, me da nosequé faltar a mi palabra y donde dije digo, digo Diego, así que he estado bastante disgustado por tener que decirle a Alfons que, va a ser que no. Lo que no me esperaba es que él también tuviera problemillas y que se estuviera replanteando su participación. Esto me ha quitado un peso bastante importante de encima, pues me hubiera sabido muy mal dejarlo colgado.

Es evidente que las cosas hay que planificarlas con un poco más de tiempo y orden, o se corre el riesgo de que salga un churro, como ha sido el caso.

Ante esta situación, he vuelto a la planificación original, pues ya se sabe que lo mejor es dejar que las cosas sigan su ritmo, y he hecho la inscripción para participar en la Cabrerés el domingo 21, donde estaremos si no pasa nada, más solo que la una pero con el ánimo de participar en una fiesta impresionante.

2 comentarios:

Anónimo dijo...
7:56 a. m.  

Buena decisión toc, donde esté una retoña que se quite un duatlón, además seguro que te cansas menos ;-)

A propósito, muy chula la bici de la retoña.

Suerte en Cabrerés el domingo y también para la nena en la mini Cabrerés.

Anónimo dijo...
9:34 p. m.  

Sigues los caminos adecuados pequeño saltamontes... Lo primero es lo primero y tu retoña es tu retoña...

Animo y como no, un poquito de suerte