Sssshhhhhhhhhhhtttttttttt!!!!!!!!!!!!

03 octubre, 2007 ·


Ya me lo decía mi madre: " en esta vida todo se acaba sabiendo" y para que el presunto futuro lector de estas líneas se entere por otro medio, estoy escribiendo esta confesión.

Fue en estas pasadas vacaciones de verano cuando, como quien no quiere la cosa, las zapas, la ropa de correr, el pulsómetro y la cinta para aguantarme el pelo, se colaron en la maleta. Por cierto, menudas melenas que luzco. Como dice mi Maestro Alfons, parezco Antonio Banderas en Desperado, supongo que se debe referir a los pelos y salvando las distancias en todo lo demás, ya que todavía no he encontrado a ninguna Salma Hayek que necesite ser salvada. En fin, seguiré buscando...



Bueno, a lo que íbamos, que me voy por los cerros de Úbeda (Jaén), que las zapas se colaron con disimulo en la maleta y ala, p'Almeria que vinieron. Allí no tuvieron gran faena, pero un día que debió de haber una gran conjunción planetaria, me puse el despertador y contra todo pronóstico salí a correr. Bueno, a lo que hice no se le puede llamar correr, correr, pero como mínimo sirvió para ver que mi antigua molestia en el bíceps femoral de la pierna derecha había desaparecido espero que para siempre. También me sirvió para confirmar lo que ya me esperaba: "estoy fatal de lo mio y parece que no haya corrido nunca" ¡Qué lejos aquellos tiempos de la Cursa de Bombers y el Bartolo!.

Desde esa primera intentona de retornar, las cosas han ido con poco orden y hasta que no hemos tenido los horarios familiares más o menos cuadrados para lo que resta de curso escolar, he ido saliendo a correr con poca continuidad y a salto de mata.

La noticia más importante viene ahora - redoble de tambores, please- que llevo dos semanas saliendo a correr tres veces por semana. Por favor, dígnese el presunto lector de estas líneas a hacer "la ola", porque la ocasión lo merece, sobre todo porque no me ha vuelto a molestar esa pierna que durante un año me ha tenido más mosqueado que un pavo oyendo una pandereta y que por fin parece que se ha ido con viento fresco a hacer la puñeta a otro lado. La pierna no, el dolor, jeje...

Ahora parece que los "midiclorianos" vuelven a sus niveles anteriores poco a poco, así que habrá que aprovechar y entrenar mientras dure la coyuntura actual.

De momento no me he puesto a entrenar con rutina, ni calendario, ni todas esas cosas que deben hacerse, pero como mínimo voy saliendo con regularidad y estoy entre 30 y 50 minutos paseando el palmito por esos mundos, con algún que otro arreón que dista mucho de poder ser considerado una serie, pero bueno, algo es algo...

Mi Maestro Alfons no está al día de estas aventuras pedestres, pues miedo me da que me busque una duatlón o un 10K o una media que con este hombre nunca se sabe. Mientras tanto va pregonando a los cuatro vientos con cierto retintín "Yo tenía una vez un amiguito que venía a correr conmigo...", lo que no sabe es que cualquier día de estos volverá a tener amiguito para ir a correr... esperemos.

3 comentarios:

Cientounero dijo...
10:52 p. m.  

Buenas, un saludo.

Enhorabuena por volver a correr. Más importante que una rutina es las sensaciones y disfrutar con cada salida. Cuando se convierte en una rutina u obligación se pierde su gracia.

Lo genial es la sensación de malestar, nerviosismo e inquietud cuando llevas dos días sin correr y estas deseando llegar a casa para ponertes las zapas y trotar.

kebasha dijo...
12:25 p. m.  

Muchas gracias por seguirme todavía en mis andanzas a pesar del tiempo que tenía el blog en barbecho,:-)
Espero regularizarme de una vez.
Un saludo y gracias de nuevo.

Santi Palillo dijo...
10:14 p. m.  

Leñessssss tocayeisons, ¡has vuelto a la carga!, pues entonces te haremos la ola, digo haremos porque Lola está al lado diciendo que qué será de vosotros.

Si vuelves a escribir y a correr sería una alegría, que nos tenías muy abandonados.

Recuerdos para todos.